4 estrategias para aumentar las ventas de tu e-commerce al potenciar la experiencia de usuario

Tras años y años de escuchar que era el rey, parece que el contenido ha abdicado.

Los gurús de medio mundo aseguran que la experiencia de usuario es la sucesora en el trono.

Pero… ¿cuánto de cierto hay en eso? ¿Es de verdad la UX el factor más importante sobre el que trabajar un e-commerce?

En los próximos minutos (pocos, prometido), te daremos las respuestas a esas preguntas y, lo que es más importante, te explicaremos cómo usar la UX para aumentar tus ventas.

Porque, ojo, solo así terminarán comprando.

¡Vamos al lío!

¿Qué es la experiencia de usuario?

Empecemos con la típica definición estándar:

La experiencia de usuario (UX) es el conjunto de factores y elementos que hacen referencia al nivel de satisfacción total de usuarios cuando utiliza un producto o sistema.

Dicho sin menos parafernalia.

La UX es adaptar nuestro e-commerce (ciñéndonos a nuestro caso) para conseguir una mejor interacción con la web y, por tanto, mayores ventas.

Te damos ejemplos de cómo lo puedes hacer:

  • Con una línea editorial con contenido fresco e interesante para tu buyer persona.
  • Un diseño atractivo y que potencia tu imagen de marca.
  • Con una arquitectura web intuitiva y que dirija bien al usuario.

Se ve, ¿verdad?

Pues entonces vamos ya con lo que vas a conseguir.

Por qué la experiencia de usuario es lo más importante en un e-commerce

¿Está justificado que ahora se piense que la UX puede destronar al marketing de contenidos?

Atento a sus ventajas y valora por ti mismo.

1. No hay SEO sin UX

Si sabes un poquito de SEO, y si has leído este artículo sobre las tendencias para 2018, sabrás que la experiencia de usuario es un factor cada vez más importante

En los sueños ideales de Google su algoritmo no depende de enlaces. En su lugar, los resultados que mejor responden a las búsquedas de las personas siempre son los primeros.

La fuerza de los enlaces sigue estando ahí, pero cada vez vemos más páginas en primera posición nada optimizadas según el SEO tradicional.

¿Por qué?

Es simple, porque responden a lo que se ha buscado.

Piensa que el trabajo de Google es justo eso, dar la mejor respuesta a lo que la gente le pregunta. Por lo tanto, ayudarle a hacerlo cada vez tiene más premio.

2. Más páginas vistas y tiempo en página

Si en los sueños de Google hay un SEO sin enlaces, en los nuestros, como dueños de una e-commerce, hay una tasa de conversión altísima.

¿Te imaginas que de cada 100 visitas, 90 terminaran comprando? ¿Es posible?

No, no lo es, salvo que te llames Amazon y hoy sea Black Friday.

No obstante, si tu página de gracias tiene más telarañas que la tercera de Google, aumentar la navegación te ayudará.

¿Cómo?

Atención a esto:

Customer Journey, o el camino que sigue un usuario que termina comprando.

Conocer qué pasos dan las visitas que convierten es imprescindible para recrear ese camino con los nuevos usuarios que lleguen.

Veámoslo con un ejemplo:

Imagínate que detectas, gracias a Analytics, que el 90% de las compras en tu web se hacen tras haber visitado el “sobre nosotros” y un post en concreto.

Es obvio que la ruta de navegación que pasa por esas dos páginas trae buenos resultados. Entonces… ¿qué te parecería incentivar la visita de los nuevos usuarios a esas páginas?

Interesante, ¿no?

3. Más conversiones

Ya sean contactos, ventas o el objetivo que tengamos, una buena experiencia de usuario convierte más.

Desde el primer segundo que alguien llega a nuestra web, debemos darlo todo por hacer cómoda su estancia. Cada segundo y cada clic son un paso menos hasta el objetivo.

Y no nos quedamos ahí,

¿Sabías que el 13% de los usuarios insatisfechos dan, de media, una opinión negativa a 15 personas?

Por suerte, el 72% de las opiniones positivas se lo cuentan a 6 personas más.

Cuida a tu usuario, porque no está solo en el mundo, y le gusta hablar.

4 formas de optimizar la experiencia de usuario en e-commerce

Ya sabemos qué es y el impacto positivo que puede tener en nuestra cuenta de resultados.

Vamos a meter las manos en la masa.

1. Contenido en profundidad, ameno y sin palabrería

Como hemos visto, de cara a Google, la calidad del contenido es clave. Ofrecer al usuario lo que busca se traduce en muchas visitas orgánicas.

Cubre en profundidad el tema y ofrece además la opción de consumirlo en una píldora rápida.

También es importante que sea fácil de leer y entretenido, aunque sea un contenido informativo se puede escribir de forma amena (fíjate este artículo). 😉

Si en tu e-commerce no tienes blog, no pasa nada (aunque lo ideal sería que lo tuviese). Mejora el copy de tus categorías, fichas de producto y de las páginas más importantes en tu customer journey.

2. Navegación clara y organizada

Tanto en móvil como en ordenador, el usuario debe poder saber dónde está en cada momento y tener accesibles las páginas más importantes.

Además, la navegación debe ser lo más amigable posible.

Algunos recursos:

  • Breadcrumbs: utiliza las migas de pan para tener al usuario siempre ubicado (también ayuda al SEO).
  • Barra superior fija: ancla la barra de navegación con el menú para que esté siempre visible.
  • Evita niveles de url muertos: si una url en tu web es del estilo dominio.com/ropa/pantalones/cortos/modelo-de-pantalón, debe haber contenido en cada nivel de url. En “/ropa” todas las prendas, en “/pantalones”, todos los pantalones agrupados, y así hasta el modelo.
  • Interlinking y productos relacionados: aprovecha los artículos similares para incentivar la navegación.
  • Responsive: a día de hoy ya es una obviedad, pero vigila que no haya fallos con el css al pasar a la versión móvil. Sobre todo en las páginas claves que hemos hablado.
  • Checkout de una página: una vez que se ha decidido a comprar, queremos que navegue lo menos posible. Mientras más pasos intermedios en el proceso de compra, más probable es que abandone el carrito.

Por último, y sobre todo en sectores donde se necesita más información, puedes incorporar un chat en línea. A la gente le da tranquilidad saber que puede preguntar en cualquier momento.

3. Velocidad de carga

Para muchos es el factor número 1 de optimización de la UX (experiencia de usuario).

Hay estadísticas demoledoras para las webs lentas, como que el 40% de las visitas se van si la página tarda 3 segundos en cargar.

Con la infinita cantidad de estímulos online, cada vez es más difícil llamar la atención de un potencial cliente, y más fácil perderla. Aquí tienes algunos trucos para que la velocidad no sea un motivo de huida de tu web:

  • Tamaño de las imágenes: reduce su tamaño todo lo que puedas sin renunciar a calidad.
  • Sobrecarga de plugins y extensiones: aprender un poquito de código aligerará tu web. Aquí menos es mucho más.
  • Tag Manager: el píxel de Facebook, el de Adwords, el de la política de cookies… casi cada herramienta necesita de un script en el código. Con Google Tag Manager, y un solo script, puedes gestionarlos todos. Esto es un poquito más avanzado pero merece muchísimo la pena aprender.
  • Hosting de calidad: ¿pondrías una tienda física en un edificio en ruinas compartido con negocios de dudosa confianza? Un hosting compartido de los baratos es la versión online de ese edificio.
  • Cache: una versión de tu web cacheada (almacenada y entregada) por los navegadores reduce al mínimo la velocidad de carga.

Si tienes un perfil más técnico siempre puedes hacer más optimizaciones, como minificación de código o compresión GZIP.

4. Buscador interno, facilitando la existencia al usuario

¿Y si en lugar de intentar acertar con lo que creemos que quiere, le damos al cliente la oportunidad de preguntar?

Es probable que no hayas pensado en la potencia de un buscador para mejorar la experiencia de usuario…

Todos los que navegamos por la red, y eso incluye a la mayoría de la población, estamos acostumbrados a usar el buscador de Google. No solo ese, sino que otros grandes online cada vez fomentan más el uso del buscador: Amazon, Facebook, por poner un par de ejemplos comunes.

En un e-commerce, además, hay ciertas funcionalidades que puede ofrecer un buscador que nos vienen de perlas:

  • Dar preferencia a unos resultados frente a otros: si por alguna razón (stock, margen…) te interesa más vender un producto que otros, puedes hacer que se muestre antes en los resultados. Incluso puedes excluir ciertos artículos para que no aparezcan en las búsquedas.
  • Promociones personalizadas: cómo te parece que funcionaría mejor un banner de un pienso para perros, ¿si se lo mostramos a alguien que ha buscado una correa, o a alguien que ha buscado un ahuyentador canino? Pura lógica, ¿no?
  • Autocompletado y errores: no siempre el cliente sabe cómo se escribe lo que quiere. Lo ideal es que el buscador reconozca la intención y ofrezca autocompletado y resultados aunque se escriba mal.

El buscador, además, incentiva la navegación, y lo hace hacia páginas que son 100% del interés del usuario. Sin embargo, si fomentamos la navegación hacia ciertas páginas elegidas por nosotros, podemos no acertar.

Para cerrar el tema del buscador, un dato:

En un experimento realizado estudiando los datos de 21 grandes e-commerce, se concluyó que la tasa de conversión de los usuarios que usaban el buscador era del 4,63%, frente a un 2,77% de los que no buscaban.

Tiene sentido, ¿no crees? Si alguien busca un producto en particular es porque tiene una intención más clara de compra.

¿Te animas a hacer un experimento?

Para que pruebes en tu propio e-commerce las posibilidades de un buscador interno profesional, te ofrecemos la posibilidad de probar Doofinder durante un mes gratis.

Dentro de 30 días nos cuentas. 🙂

Por Webimpacto
03 abril 2018

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